Las encías son una parte fundamental de nuestra boca; forman, junto al hueso y el ligamento periodontal, el soporte de nuestros dientes. No existe una cultura de cuidado de las encías y a menudo en nuestra consulta nos encontramos pacientes que reconocen que no les prestan mayor atención hasta que notan molestias o inflamación y sangrado. Es un error bastante común ya que, llevando los cuidados adecuados, podemos ahorrarnos muchos problemas.
Cuando nuestras encías están afectadas por cualquier patología o por el trauma que causamos con un cepillado incorrecto, se inflaman y como consecuencia nos encontramos con una recesión gingival; suele ser el primer síntoma en todos los problemas de las encías. De esta manera nuestros dientes se alargan al quedar expuestas las raíces y esto, a su vez, nos ira generando sensibilidad en estas piezas hasta llegar a la hipersensibilidad dentaria.
“Cuando un paciente que acude a nuestra clínica con problemas de retracción de encías, por muy leve que esta sea, planteamos atajar el problema de inmediato y aplicar los tratamientos necesarios acordes con el punto de la enfermedad que nos encontramos”, nos comenta la Doctora Teruelo De Luis, directora médica de InterORALIA. “Lo más importante para nosotros es que el paciente cree conciencia de su problema, ya que así le ayudaremos a mantener la salud de sus encías”, continua.
¿Qué es el injerto de encía?
Llamamos injerto de encía a la cirugía que se lleva a cabo para recuperar encías muy dañadas o con recesiones severas y así, además de reparar el problema, evitar complicaciones futuras vinculadas a la recesión. Como nos indica la Sociedad Española de Periodoncia SEPA “Se trata de una operación de microcirugía, con anestesia local y una recuperación rápida en el postoperatorio”. Mediante este tratamiento tomaremos tejido blando del paladar del mismo paciente y con él procederemos a cubrir la zona afectada de las raíces o implantes dentales según sea el caso; así, daremos protección y evitaremos que las bacterias colonicen en el lugar donde la exposición de raíces es mayor agravando cada vez más el problema.
¿Es doloroso el injerto de encías?
Como hemos explicado anteriormente, el injerto de encías es una técnica mínimamente invasiva que realizamos con anestesia local durmiendo la zona en la que vamos a intervenir para que el paciente se encuentre confortable y no sienta molestia alguna durante el tratamiento. Así que el tratamiento como tal no es doloroso. En el post operatorio podemos tener ciertas molestias, generalmente de muy baja incidencia, por eso siempre debemos seguir las pautas que nos indique el cirujano que ha realizado la intervención.
Existen pacientes que sufren mucha ansiedad en el dentista; para ellos en nuestra clínica dental ofrecemos el sedación consciente para que el confort durante el tratamiento sea total.
¿Qué beneficios me aportara el injerto de encías?
Como cualquier tratamiento dental en la actualidad, el injerto de encía conlleva unos riesgos mínimos para los beneficios que nos aportará a nuestra salud buco dental. Lo primero que debemos resaltar es que frenará el avance de la retracción y de la pérdida de tejido, por lo que también disminuirá el riesgo de llegar a tener movilidad dentaria, lo que acabaría con la perdida de piezas dentales.
Al cubrir la raíz del diente o del implante evitamos, de manera natural, y lo protegemos contra la placa dental y las bacterias que habitan en nuestra boca ayudando a una mejora sustancial de nuestra salud dental; además reduciremos la aparición de caries y evitaremos el avance de enfermedades periodontales y, además, ayudaremos a paliar la sensibilidad dentaria. Y, por supuesto, no debemos de olvidar mencionar los beneficios estéticos que ello conllevará para nuestra sonrisa con unas encías sin retracciones.
¿Cuantos tipos de injertos de encía existen?
Lo más importante es acudir a un dentista cualificado para llevar a cabo esta intervención, es él quien debe decidir, según sea el diagnostico, de que manera realizaremos la intervención y que tipo de injerto es el más adecuado para el paciente. Existen muchos tipos de injerto de encías, los tres más comunes son:
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Injerto de tejido conectivo.
Con esta técnica el cirujano extráe del paladar un trozo de tejido subepitelial para cubrir la zona de la raíz del diente que ha quedado expuesto; una vez que tenemos esta película subepitelial rodeando la zona afectada re injertaremos el trozo de paladar sobrante en su sitio.
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Injerto gingival libre.
Al igual que en el caso anterior, utilizamos el paladar para extraer el tejido, pero en este caso lo utilizamos todo y no lo volvemos a colocar en su sitio, sino que se utiliza también el tejido supra gingival; suele ser recomendado en pacientes que necesitan un engrosamiento mayor de las encías por tenerlas muy finas o con poco tejido.
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Injerto de encía pediculado.
Esta técnica únicamente la podemos aplicar en pacientes que tienen suficiente tejido alrededor de la pieza afectada; no tomamos la muestra de tejido del paladar. El pedículo o trozo de tejido lo tomamos de alrededor del diente con retracción y no lo cortamos del todo, sino que realizamos una especie de bufanda para cubrir la zona afectada; una vez en el sitio deseado, el cirujano lo suturará para mantenerlo en su sitio mientras cicatriza y regenera.
¿Es doloroso el post operatorio del injerto de encía?
La doctora Teruelo De Luis y su equipo nos comentan que, siguiendo una serie de indicaciones durante los días posteriores a la intervención, podremos mitigar las molestias y también evitaremos complicaciones.
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Medicación.
Es muy importante que sigamos las pautas de medicamentos que nos ha recetado el cirujano que nos ha hecho el injerto de encía. Dependiendo del caso pueden ser solo analgésicos y anti inflamatorios o en algunas ocasiones antibióticos. De esta manera ayudaremos a que las molestias sean las mínimas posibles.
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Poner frio en la zona.
Durante las 6 primeras horas después de la intervención debemos aplicar frio en la zona; de esta manera evitaremos lo máximo posible que la zona se inflame con las molestias que ello conlleva.
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Dieta blanda y fría.
Debemos comer alimentos que no requieran esfuerzo de masticación, es decir, llevaremos una dieta blanda y fría o templada; evitaremos comer cosas duras o muy calientes ya que podrían causar problemas en la recuperación.
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Evitar actividad física.
Durante los 5 o 7 días después de la intervención debemos evitar practicar deportes o actividades físicas que requieran sobre esfuerzo o contacto, cualquier golpe en la zona puede hacer crecer las molestias e incluso, podría fracasar el tratamiento de injerto de encía.
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Evitar fumar.
El tabaco es muy lesivo para la cicatrización, dificulta mucho este proceso que es muy importante en este tipo de intervenciones.
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Correcta Higiene oral.
Siguiendo las instrucciones que nos de el profesional dentista, debemos llevar una rutina de higiene bucal muy rigurosa; esto nos ayudará a evitar infecciones y contribuirá con el éxito del tratamiento.
Si ves que tienes recesiones en tus encías puedes venir a vernos y en una primera visita gratuita evaluaremos tu caso sin ningún compromiso y te propondremos los tratamientos necesarios para que nunca dejes de sonreír…
