Cuando nos referimos a las coronas dentales estamos hablando de la parte visible externa de los dientes y muelas. Con esta parte de los dientes llevamos a cabo las funciones masticatorias y a su vez protegen la parte interior de la pieza dental. Están recubiertas de un material llamado dentina y forman también un papel fundamental en la estética dental.
Las coronas artificiales que utilizamos en odontología muy frecuentemente son piezas que sustituyen a las coronas naturales para corregir problemas o afecciones dentales. En este artículo te explicaremos en qué casos debemos utilizarlas y detallaremos los tipos y características de cada una de ellas.
Cuándo usar coronas dentales
Podemos decir que las coronas son prótesis fijas que pueden ir colocadas dento soportadas (sobre una pieza dental) o implanto soportadas (sobre un implante dental).
Las coronas dentales imitan a la perfección la forma del diente en forma y color de la dentadura de la persona. Siempre están hechas a medida para cada paciente y sus materiales pueden ser de varios tipos.
Su función principal es ocupar la superficie total del diente para protegerlo en caso de un diente natural y para ocupar el sitio de la pieza faltante en el caso de la corona sobre implante.
Las coronas dentales se utilizan generalmente en cuatro casos que te contamos a continuación:
Razones estéticas
En muchas ocasiones vienen a nuestra consulta pacientes que buscan mejorar únicamente la estética de sus dientes mediante la colocación de coronas o fundas dentales. En la mayor parte de los casos, las coronas estéticas se colocan sobre los dientes de la parte delantera por ser los que más se ven cuando hablamos o sonreímos.
Dependiendo del diseño de sonrisa que queramos conseguir podemos cambiar el color, la forma o la posición de las piezas dentales. Suelen usarse coronas dentales cuando el odontólogo no ve claro que estos resultados puedan conseguirse con carillas dentales.
Coronas sobre implantes
Como ya hemos explicado en muchas ocasiones, la falta de piezas dentales en nuestra boca es muy peligrosa para nuestra salud bucodental y no solo es una cuestión de estética.
Por este motivo, siempre recomendamos a nuestros pacientes que cuando pierdan una pieza dental se realicen una cirugía para colocar un implante dental. El implante dental nos ayudará a conservar el hueso maxilar como si fuese la raíz de nuestro diente natural.
Sobre este implante colocaremos la corona sobre implante, la cual queda fijada mediante aditamentos específicos para ello y es atornillada al implante. Su aspecto es totalmente natural y nadie notará su diferencia con los dientes naturales.
Cubrir un diente deteriorado
Las coronas son lo primero que se ve cuando abrimos la boca para hablar o sonreír. Forman parte imprescindible de la estética de nuestra sonrisa, pero es más importante aún mantener la salud dental para la masticación, por ejemplo.
Cuando un diente se ha deteriorado debido al desgaste, por una endodoncia o por un traumatismo, éste debe ser reparado y para protegerlo debemos colocarle un corona o funda dental.
Para colocar este tipo de coronas el profesional debe tallar el diente de una forma específica para que sirva de soporte y se adapte a la perfección en el lugar donde será colocada.
En este tratamiento rebajaremos la superficie del diente, tanto en altura como en grosor, para poder colocar la corona y que no quede demasiado grande la pieza dental. De esta manera daremos aspecto de naturalidad al diente como si fuera el nuestro natural.
Para hacer el tallado necesario, el odontólogo aplicará anestesia local para que el paciente no tenga ninguna molestia durante el proceso.
Soporte para un puente dental
Hay ocasiones en que un paciente se decide por un puente dental. En este caso, las coronas que van ancladas a los dientes o pilares que las soportan deben estar firmes. Esto es fundamental para que las que van en medio también queden firmes y soporten así las cargas de la masticación.
Como hemos comentado anteriormente, el fin de las coronas no es únicamente estético, también lo es funcional y pueden ser colocadas en cualquier pieza dental.
Los dientes en los que más colocamos coronas o fundas dentales suelen ser los molares debido básicamente a dos razones:
- Son los que más presión ejercen y soportan durante la masticación
- Al encontrarse en la parte posterior de la boca, su limpieza es más complicada y tienen mayor tendencia a la caries y otros problemas que requieren la colocación de una corona.
Tipos de coronas dentales
Por norma general, la decisión de los materiales de la corona dental depende de la función y el lugar en que se van a colocar.
Coronas estéticas de zirconio o porcelana
Las coronas de zirconio se suelen utilizar para los dientes que se ubican en el frente visible de la boca. Estas coronas, llamadas estéticas, están fabricadas en un material (zirconio o porcelana) que nos ofrecen resultados más naturales e imperceptibles respecto a los dientes que se encuentran en su misma zona. Estos materiales nos permiten imitar a la perfección los colores exactos de los dientes del paciente.
Coronas de metal-porcelana
Las coronas de metal-porcelana suelen ser utilizadas en los molares. La gran diferencia es el material. En este caso, una vez hecho el tallado, se fabrica a medida un casquillo metálico encima del cual será colocada la porcelana.
Ambas se pueden utilizar para todos los dientes. Debe ser el dentista especializado quien debe recomendar un material u otro dependiendo del caso personal de cada paciente.
Cuánto dura una corona dental
Las coronas dentales pueden durar en condiciones óptimas entre 15 y 20 años si llevamos el cuidado y los hábitos de higiene dental adecuados. No obstante, en muchos casos hay pacientes en los que observamos coronas en muy buen estado que datan de hace más de 40 años.
La higiene dental tiene un papel importantísimo en la conservación correcta de la corona dental. Debemos saber que la función de la corona es la misma que la de un diente y, por lo tanto, debemos tener los mismos cuidados que con las piezas naturales. Aunque los materiales (metal, porcelana, zirconio, etc.) son muy resistentes debemos cuidarlas para evitar roturas o traumatismos.
Si el diente que actúa como soporte de la funda se deteriora, podemos arriesgarnos a perder la corona. Es por ello que debemos asistir regularmente a nuestra clínica dental a las revisiones periódicas y que la higienista dental nos realice una limpieza profesional por lo menos una vez al año. De esta manera evitaremos problemas en el futuro.
Problemas habituales de las coronas dentales
Aunque las coronas dentales son un tratamiento dental muy seguro y confortable que no suele dar mayores complicaciones, en algunas ocasiones pueden aparecer ciertos problemas.
Sensibilidad dental
Tras hacer el tallado de la pieza dental el diente se debilita un poco y si no está desvitalizado (con endodoncia) en ocasiones puede tener un poco de sensibilidad. La sensibilidad generalmente desaparecerá al colocar la corona definitiva. Si esta sensibilidad no desapareciera podríamos valorar la opción de realizar un tratamiento de conducto o endodoncia para acabar con esta sensibilidad.
La corona se mueve
Aunque no se da a menudo, puede ocurrir que se perciba una pequeña movilidad en la corona. Es muy importante que, si esto ocurre, pidas cita de inmediato en tu clínica dental para que te la ajusten de nuevo y así evitar filtraciones de las bacterias y restos de comidas y bebidas. Es muy importante que la corona quede bien fijada y sellada, porque de no ser así, podrían producirse caries debajo de la corona.
Reacción alérgica
Aunque es probablemente la complicación menos común ya que los materiales utilizados para hacer las coronas son biocompatibles, existen pacientes que desarrollan alergias a alguno de los materiales que la componen.
La corona se cae
Es sumamente difícil que ocurra. Si se da, suele ocurrir cuando se desintegra el cemento utilizado para pegarla al diente tallado. En caso de que ocurra esto debemos acudir de inmediato al dentista para que la ajuste y cemente de nuevo.
La corona dental se astilla
Los materiales utilizados para fabricar las coronas dentales son muy duros y duraderos. Sin embargo, en ocasiones y generalmente por el mal uso, puede aparecer un pequeño astillado.
En este caso, si el astillado es muy pequeño, se puede reparar en la consulta del dentista realizando una obturación con composite. Si ha perdido mucha porcelana, habrá que reemplazarla por otra.
Ante cualquier inconveniente que tengas con tus coronas dentales lo más importante es acudir de inmediato a tu clínica dental de confianza para solucionar cualquier problema y evitar que vaya a mayores.
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